Me llamo Ana, y soy fotógrafa de bodas y familias con base en Castellón y Valencia, aunque mi trabajo me lleva a recorrer historias en distintos rincones. Y si hay algo que me sigue sorprendiendo una y otra vez, es lo diferente y especial que es cada una.

Me gustan las cosas sencillas, los detalles bien pensados, la música que emociona y la forma en que dos personas pueden mirarse cuando se olvidan del resto del mundo.
 Creo que la sensibilidad no está reñida con la solidez, y que fotografiar una boda es mucho más que hacer fotos bonitas: es observar, sentir, estar atenta. Es contar algo que solo sucede una vez.

No soy de forzar momentos, ni de hacer que nada parezca lo que no es. Me interesa lo real: lo que se escapa entre gestos, lo que no se repite, lo que pasa sin guion.
Trabajo con una estética cuidada, elegante y natural. Me inspiran las personas, lo atemporal, lo que tiene intención pero no artificio.
Y sobretodo me gusta implicarme. Conocer a las parejas, entender qué hay detrás, cómo imaginan su día. Porque eso influye en cómo se cuenta la historia. Y porque estoy convencida de que cuando hay confianza, el resto sale solo.

Si has llegado hasta aquí, puede que estemos buscando lo mismo.

Yo, alguien que cree en la fotografía como una forma de cuidar lo que importa.
 Y tú, a alguien que no solo haga fotos bonitas, sino que entienda, acompañe y cuente fielmente los momentos más importantes de vuestra vida.